Ruta del Lazarillo

Esta ruta de carácter monumental, recorre el camino trazado en la novela española anónima Lazarillo de Tormes, una de las obras más reconocidas de la literatura nacional. Precursora del género de la picaresca, cuenta la vida del joven Lázaro en el siglo XVI y todas las aventuras que vive junto al cruel ciego que le hace ver el mundo tal y como es éste, con toda la maldad y la miseria que lo inunda.
El periplo de Lázaro le lleva desde su Salamanca natal hasta Toledo, pero aquí solo nos ceñiremos a su tramo toledano:

 

 

“ACAECIÓ QUE LLEGANDO A UN LUGAR QUE LLAMAN ALMOROX, AL TIEMPO QUE COGÍAN LAS UVAS, un vendimiador le dio un racimo dellas en limosna.” 

Es la primera parada que efectuaron en el camino en esta parte de la historia el muchacho compartió las uvas con el ciego y ambos intentaron hacer trampas para comer más que el otro.

Su iglesia, de estilo gótico tardío, conserva una portada renacentista bajo una bóveda de cañón y con un gran arco de medio punto. Posee varias joyas pictóricas en los retablos: un San Roque, atribuido a Juan Correa de Vivar, y una Santa Lucía, atribuida a Berruguete.

Al salir de la iglesia podrá ver en el centro de la plaza la Picota, de estilo también renacentista. Este monumento representa la independencia del pueblo sobre el Ducado de Escalona y la obtención del título de Villa en 1566. En la plaza se encuentra también el ayuntamiento, construido en tiempos del rey Carlos III, en 1799.

 

“ESTÁBAMOS EN ESCALONA, VILLA DEL DUQUE DELLA, EN UN MESÓN, Y DIOME UN PEDAZO DE LONGANIZA QUE LA ASASe.”

En esta localidad toledana de estampa medieval el Lazarillo de Tormes puso tierra de por medio con el ciego al que servía tras engañarle de forma cruel. Es aquí donde el Lazarillo engulló y devolvió la longaniza y donde tramó que el ciego saltara contra el poste de la plaza descalabrándole.

Situada junto al curso del río Alberche, Escalona es un conjunto amurallado desde el siglo XII. Entre sus monumentos hay que citar el Castillo – Palacio de Escalona del siglo XV, de estilo mudéjar. Considerado por algunos como de los más hermosos de la provincia de Toledo, en su recinto se han tenido lugar relevantes hechos históricos. Aquí nació el poeta, escritor y literato Don Juan Manuel, autor de “El Conde Lucanor”. Está compuesto de dos secciones, una que es el verdadero castillo y una segunda que es una especie de palacio, la cual ha sido restaurada y es de propiedad privada.

La población conserva una buena parte de la antigua muralla, visible desde los alrededores. Igualmente hay que citar el convento de las concepcionistas, fundado por Teresa Enríquez en el siglo XVI.

 

“Y, ANTES DE QUE LA NOCHE VINIESE, DI CONMIGO EN TORRIJOS.” 

Parece imposible que Lázaro pudiera andar los 25 kilómetros que separan Torrijos de Escalona en lo que quedaba de la tarde de un día lluvioso, especialmente dado el hecho de que es poco probable que, como se trataba de un incidente entre forasteros marginados, «habían de dar noticia del caso a la Santa Hermandad, la cual, a campana herida, saldría a buscar» al delincuente, para volver al día siguiente a Maqueda, que dista 14 km de Torrijos en dirección a Escalona. Dado el caso que Torrijos no figura más en el libro, esta confusión tocante a la colocación de Torrijos en relación con Escalona y Maqueda, cuyo nombre también sólo figura una vez, parece un fallo en la memoria geográfica del autor.

 

 

“otro día, no pareciéndome estar allí seguro, FUÍME A UN LUGAR  QUE SE LLAMA MAQUEDA, ADONDE ME TOPARON MIS PECADOS CON UN CLÉRIGO…”

“Escapé del trueno y di en el relámpago” diría el Lazarillo sobre su nuevo amo, al compararle con el ciego.

Maqueda cuenta con un majestuoso patrimonio cultural, testimonio del paso de viejas culturas prehistóricas, de romanos, árabes y reconquistadores cristianos. Su castillo constituye el más representativo emblema del municipio. Fue en sus inicios un antiguo puesto de vigía romano, en cuyo lugar levantaron un castillo durante la ocupación musulmana. Hacia el año 981, se amplió y perfeccionó la fortaleza de Maqueda. La reedificación del castillo tal y como lo vemos hoy, fue iniciada en el siglo XV por el matrimonio Cárdenas-Enríquez, cuyo escudo de armas puede verse sobre la puerta de entrada.

 “DI CONMIGO EN ESTA INSEGNE CIUDAD DE TOLEDO,  ADONDE, CON LA MERCED DE DIOS…”