No desaparecido, pero en “vías de extinción”
si no se remedia, se encuentra el Hospital de la Santísima Trinidad, mandado construir también por don Gutierre de Cárdenas sobre una Sinagoga existente, y que forma un conjunto con la Capilla del Cristo, la cual sí continua en uso y en buen estado gracias a varias restauraciones que nunca llegaron al Hospital.
El Hospital dejó de funcionar en los años 20, para convertir sus salas en aulas de colegio hasta ser definitivamente abandonado en los años 70. Destaca su claustro renacentista de dos pisos con arcos carpaneles y de medio punto rebajados, con columnas de orden toscano, similar al existente en el palacio de Pedro I, y que se atribuye a Alonso de Covarrubias y Leyva.
Claustro renacentista del Hospital a principios del siglo XX